Mi depresión y Di Caprio

 Antes de continuar con nuestra adopción, me gustaría hacer un inciso para explicar cómo pasé mi depresión y cómo logré no volverme loca en el intento de ser madre.

Supongo que puedo escribir esta entrada con la tranquilidad que me da el saber que, de momento, nadie me lee. No se si sería capaz de desnudarme sabiendo que alguien, aunque sea una sola persona, va a leer lo que voy a contaros.

No se si habéis pasado por una depresión, pero es una enfermedad que te hace sentir que estás absolutamente sola. Por mucho que tu familia y tus amigos estén ahí, y menos mal que están, te sientes sola. Nadie te entiende, ni tu misma. Tienes pensamientos tan oscuros que te avergüenza decirlos en voz alta, pero ahí están. Y lo peor es que, si los dijera en voz alta, nadie a mi alrededor me entendería. Exceptuando otra persona con mi misma depresión.

Yo tuve la suerte de tener a mi marido a mi lado, que, aunque lo pasó de manera diferente a mí, él también sufría. Seguramente tampoco me entendía, pero estaba a mi lado, sin juzgarme, sin intentar dame lecciones de qué debía hacer para superarlo. Y fue el gran apoyo que necesité para salir del túnel.

La gente tiende a hacer esas cosas. Siempre con buena intención, y la mayoría de veces simplemente porque no saben que decir. Creen que quitándole importancia a lo que me pasaba me ayudaban ("cuando tenga que venir vendrá" "si lo has perdido es porque no venía bien" "tranquila que el día que menos te lo esperes te quedarás y ni te acordarás de esto"...) Luego estaban los que me decían qué tenía que hacer ("ya verás que en cuanto dejes de pensar en ello te quedarás embarazada") Como si yo quisiera estar todo el día pensando en eso. Como si ellos tuviera una puta idea por lo que estaba pasando.

Y luego estaban los graciosos, y lo pongo en masculino porque esto a una mujer no se le ocurriría. "¿Tu marido ya sabe cómo se hace?"😒

Recuerdo que la mujer del bar donde íbamos a desayunar con los compañeros de trabajo, controlaba cuando me tenía que venir la regla. Y cada mes me preguntaba si tenía un retraso 😳

Para colmo vivía pensando siempre que en unos meses podía estar embarazada, y no podía hacer cosas como, comprarme unos zapatos de tacón, o unos tejanos, porque en breve, quizás, no podría ponérmelos. O no quería planear un viaje en avión, porque quizás en el viaje estaría en mi primer trimestre y no podía volar.

A todo eso había que sumarle mis pensamientos oscuros que no no podía verbalizar. Todo el mundo a mi alrededor se quedaba embarazada. Y lo que era peor, yo odiaba a cada puta embarazada que veía. A todas ellas, a las que conocía y a las que no. Cada vez que veía una embarazada por la calle, giraba la cara, no quería ni mirarlas. Dios! Como las odiaba! O a las que te encontrabas por la calle y te explicaban que no lo estaban buscando y zas! se habían quedado, je,je. El zas! se lo daba yo en toda la cara. O las que se habían quedado a la primera.... hija de puta!, no te acuestas con tu marido en meses, decides arreglar tu matrimonio con un bebé, y con una sola vez, te quedas embarazada!!!!!

Si, ya se que estos pensamientos son asquerosos y totalmente injustos. Porque nadie tenía culpa de que yo no me quedara embarazada después de dos abortos. Pero entonces pensaba que cuando decía nadie, también me refería a mi. Yo tampoco tenía culpa. Tener estos pensamientos también me estaba matando, porque sabía que no estaba bien, pero no podía evitarlo.

Al cabo de 2 años y medio, me enteré que una amiga estaba pasando por lo mismo y hablar con ella me liberó muchísimo. Entre otras cosas, saber que no era la única que tenía estos pensamientos oscuros, poderlos compartir con ella y saber que también tenía derecho a sentirlos...me quité un gran peso de encima, la verdad. Se convirtió en mi mejor amiga. Y fue la otra persona que me ayudó a salir del túnel. Las dos pasamos por mucho. Ella decidió adoptar antes que yo y me ayudó mucho. Teníamos vidas paralelas, hasta tal punto que, nos quedamos embarazadas a la vez, y eso que las dos habíamos perdido la esperanza!!! Fue muy fuerte y muy bonito a la vez. Lástima que la vida nos hace pasar por prueba que no todo el mundo supera...en fin, esa es otra historia.

Pero si hubo una persona que me ayudó a sobre llevar mi depresión, ese fue Leonardo Di Caprio. Si, si, el actor. 

Yo vivía en un mundo horrible, lleno de oscuridad. Había sufrido dos abortos, no me quedaba embarazada, estaba triste, de mal humor y odiaba esa vida. Entonces empecé a hablar con él. Cuando volvía del trabajo en el coche, imaginaba que estaba sentado en el asiento del copiloto. Ponía música a toda leche (all by myself, o, all for one) y la cantaba a voz en grito. Imaginaba que Leo la cantaba conmigo y cuando los dos desafinábamos nos partíamos de risa. Era mi momento favorito del día.

Cuando, en vez del coche, cogía la moto para ir a trabajar, entonces imaginaba que las correas de mi mochila, eran sus brazos que me abrazaban.

Incluso escribía un diario, una vez por semana o así, donde me inventaba conversaciones con él. No hablaba de mi día a día. Cree una vida imaginaria donde éramos amantes. Donde yo no estaba casada, ni intentaba quedarme embarazada. Una vida donde hablábamos de cine, de libros y de música. Y poder evadirme de mi mierda de situación, aunque fuera un ratito al día, me servía para poder coger aire y poder aguantar un día mas en las profundidades de mi océano oscuro.

Y él me acompañó durante todos esos años, y unos cuantos mas, la verdad. Y me ayudó muchísimo.



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